martes, 11 de febrero de 2014

¿Llegará el servicio de mensajería instantánea perfecto?


Llevábamos días oyendo hablar de Telegram, el nuevo programa de mensajería instantánea que estaba causando furor, cuando nos llegó un mensaje de una buena amiga invitándonos a probarlo... y nos decidimos a hacerlo, ¿cómo no? Nos lo instalamos rápida y fácilmente, y, cuál no sería nuestra sorpresa, cuando al abrirlo nos encontramos un clon de WhatsApp (WA): visualmente, una copia, casi idéntico y sin ningún tipo de disimulo. Curioso. Y empezamos a preguntarnos cuál sería la diferencia, además de los 0,89€ que ahora tenemos que pagar por el primero. Si pasaría como con otros servicios que habíamos utilizado, Line (LN), GoogleTalk (GT) o SpotBros (SB), que llegaron a, y en algún caso siguen instalados en, nuestros móviles, pero que a estas alturas sólo conocemos a un par de personas que los sigan utilizando habitualmente.

Y decidimos hacer una recopilación de las principales ventajas y desventajas que tiene cada uno de ellos para el usuario de a pie. Sin niveles expertos ni similar. Las razones mayoritarias de por qué y por qué no gustan a los consumidores.

-WhatsApp es el rey, el que conquistó nuestros corazones cuando nos hicimos todos de tarifa plana de datos y descubrimos que gracias a él no teníamos que pagar por enviar SMSs. Prácticamente todo el mundo que conoces lo tiene y lo usa, sus emoticonos ilustran tu vida fuera y dentro de sus conversaciones, y sólo te rompió el corazón cuando sus desarrolladores decidieron (pobres ilusos) que tenían que sacar algún beneficio del asunto y que la forma de hacerlo era cobrando una pequeña cuota.

-Line llegó como la gran alternativa. Gratis, con más opciones (chats y grupos diferenciados, juegos y apps integrados) y las cosas claras con respecto a los pagos (por extras en stickers y juegos, por ejemplo, que, total, no hacían mucha falta, al traer bastantes de serie). Sobre todo, resultaba el más divertido, el que tenía una interfaz más diferente. Daba la sensación de modernidad y buen rollito que proporciona la estética naif asiática. Además, a los más celosos de su intimidad les gustaba el hecho de que no se sabía si estabas online o no, ni cuándo había sido la última vez, y a otros su toque de red social, con muro personal y esas cosas. Pero poco a poco a alguna gente empezó a parecerle muy ñoño, a otra demasiado complicado y a un tercer grupo que consumía demasiada batería. Y, tras un boom de descargas en toda regla, y un número de usuarios récord en poquísimo tiempo, fue perdiendo adeptos poco a poco. Ahora está ahí-ahí. Una pena.

-GoogleTalk moló una temporada. Luego aparecieron los demás, se convirtió en Hangouts y todo se volvió más confuso. Para mensajes teníamos WA y, para vídeollamadas, Skype. Y los que no eran de Android no lo usaban. Su sustituto se ha quedado como una buena alternativa para reuniones de grupos a distancia, pero, por el resto, descanse en paz.

-SpotBros era made in Spain y había que probarlo. Nos daba espacio de almacenamiento y nos hablaba de seguridad en el momento en el que empezaban las paranoias y las manías persecutorias. Pero tenía una gran contradicción: los grupos abiertos de chat y los Shouts, en los que se colaba gente... bueno... de todo tipo, ¿realmente queríamos eso? No estaba mal, pero un interfaz tal vez demasiado serio y el no ver suficientes ventajas en sus supuestos valores añadidos hicieron que se fuera quedando en segundo plano y no se reinstalase al cambiar de teléfono.

-Y ahora aparece Telegram, que nos vende que es gratis, rápido y seguro. Deducimos que gratis porque WA ya no lo es. Rápido porque LN y SB a veces se eternizaban. Y seguro por la sensación general, ahora ya instaurada, de que nos espían. Estamos todos en pruebas y hay opiniones de todos los gustos, pero lo que sí vemos de primeras es esa interfaz casi calcada a la de WA, la posibilidad de tener conversaciones “privadas” (cifradas teléfono a teléfono) y que pueden “auto-destruirse” (en plan cómics o dibujos animados). Leemos además dos detalles interesantes: que es de código abierto y que, cuando hay “doble tick” al lado de un mensaje, significa que el destinatario lo ha leído, no sólo que ha llegado a su dispositivo. Desventajas apreciadas en los primeros días: por el momento por allí no andan muchos contactos de nadie, que se sabe si estás online y si has leído los mensajes o no... y la impresión de que la costumbre y la comodidad del WA tiran mucho, y vencer esos dos aspectos va a ser complicado.

¿Y vosotros? ¿Qué pensáis?

[PD- Añadimos datos correspondientes a una nueva aplicación, Galegram, en este nuevo post]

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